sábado, 30 de julio de 2011

¿Dónde estás Primavera?

Las Flores de la Primavera
Rabindranath Tagore






Las flores de la primavera salen,
como el apasionado dolor del amor no dicho;
y con su aliento, vuelve el recuerdo de mis canciones antiguas.
Mi corazón, de improviso, se ha vestido de hojas verdes de deseo.
No vino mi amor, pero su contacto está en mi cuerpo
y su voz me llega a través de los campos fragantes.
Su mirar está en la triste profundidad del cielo, pero
¿dónde están sus ojos? Sus besos zigzaguean por el aire,
pero sus labios, ¿dónde están?







autorretrato


Rabindranath Tagore fue mucho más que un escritor y poeta;
a partir de 1929 comienza a expresarse también a través de la pintura.
En sus últimos 17 años de vida, Tagore, en Bengala Occidental (Visva-Bharati), llegó a realizar más de 3000 pinturas.
Aun cuando su lengua escrita era el bengalí, también compuso gran parte de su obra en inglés, idioma que dominaba a la perfección. Su producción fue muy extensa y variada. Comprende colecciones líricas, tratados de filosofía y de religión, novelas, cuentos y textos dramáticos, críticos y polémicos.  Premio Nobel de Literatura 1913. Su obra ha sido muy apreciada por la profundidad de su pensamiento, la sabiduría y amor que emana de ella.

Imágenes de pinturas de Rabindranath Tagore
Colección Shumita y Arani Bose, Nueva York
Un aspecto de su obra, un poco menos conocido

2 comentarios:

Celso dijo...

Veo que has incluído a Tagore con un poema muy en línea con el deseo de primavera. Ya llegará. También en línea con algunas reflexiones recientes se podría citar este otro poema de Tagore:

"¡Qué feliz eres, niño, sentado en el polvo,
divirtiéndote toda la mañana con una ramita rota!
Sonrío al verte jugar con este trocito de madera.
Estoy ocupado haciendo cuentas,
y me paso horas y horas sumando cifras.
Tal vez me miras con el rabillo del ojo y piensas:
«¡Qué necesidad perder la tarde con un juego como ese!»

Niño, los bastones y las tortas de barro
yano me divierten; he olvidado tu arte.
Persigo entretenimientos costosos
y amontono oro y plata.
Tú juegas con el corazón alegre con todo cuanto encuentras.
Yo dedico mis fuerzas y mi tiempo
a la conquista de cosas que nunca podré obtener.
En mi frágil esquife pretendo cruzar el mar de la ambición,
y llego a olvidar que también mi trabajo es sólo un juego."

Felices días aquellos en que sólo necesitabamos un palito, objeto maravilloso que se convertía en un avión, en una flecha comanche, en un barco para cruzar el océano de la laguna cercana o en lo que la inacabable imaginación de un niño pueda soñar...

Cariños...

W.-

Clarissa Rodriguez dijo...

De R. Tagore hay muchísimo que ver, conocer y aprender.

Gracias por esos aportes Sr. W!

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